Impresionante óleo sobre tabla que representa el rostro sufriente de Cristo coronado de espinas. Esta obra de arte sacro, ejecutada con extraordinario realismo en la tradición barroca, captura con intensidad dramática el dolor y la resignación divina en el semblante de Jesús. Los tonos cálidos de la piel contrastan magistralmente con el fondo oscuro, creando un efecto claroscuro que intensifica la emotividad de la escena. La pieza se presenta en un suntuoso marco dorado con talla de motivos vegetales y paspartú burdeos con ribete dorado que realzan su valor artístico. Esta pintura de gran calidad técnica y profundo simbolismo religioso resulta ideal para coleccionistas de arte sacro, capillas privadas o como pieza destacada en espacios de recogimiento espiritual.