Exquisita pieza devocional de finales del siglo XVIII que combina un delicado grabado en blanco y negro titulado LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS con un extraordinario trabajo de bordado artesanal en hilos metálicos dorados y plateados sobre seda marfil. La imagen central representa a la Virgen María como pastora, sentada con su cayado, acompañada por corderos y ángeles celestiales observando desde las nubes. Este grabado está rodeado por un elaborado marco textil con motivos florales y vegetales finamente bordados, coronados por el símbolo mariano de la M entrelazada y estrellas. La parte inferior presenta una canastilla o maceta bordada de la que emergen ramilletes de flores. La composición completa se encuentra protegida por un marco de madera oscura de época. Esta obra representa un magnífico ejemplo del arte conventual o devocionario femenino, posiblemente realizado en un entorno monástico como ofrenda religiosa o pieza de ajuar familiar. La delicadeza del trabajo manual, la simbología religiosa y la calidad de conservación hacen de esta pieza un valioso testimonio del arte devocional español de principios del siglo XIX, mostrando influencias del estilo neoclásico e iconografía mariana.