Extraordinaria pintura oriental del siglo XIX ejecutada mediante técnica mixta sobre cristal, representando una delicada escena costumbrista de la época. La obra muestra a tres elegantes damas chinas en un interior palaciego, reunidas alrededor de un tablero de juego tradicional, probablemente el xiangqi (ajedrez chino). Las figuras femeninas, ataviadas con elaborados kimonos en tonos anaranjados, verde agua y rosa, destacan por la minuciosidad de sus rostros, peinados tradicionales adornados con elementos florales, y la exquisita representación de los pliegues de sus vestimentas. El entorno arquitectónico muestra un interior refinado con suelo ajedrezado en amarillo y negro, pergaminos caligráficos colgados en la pared, elementos vegetales y una vista parcial al exterior a través de un arco. La pieza, de 50.5x31.5 cm y enmarcada en un marco perimetral oscuro que alcanza los 56.5x37.5 cm, representa un valioso ejemplo del arte chino de exportación del siglo XIX, donde se aprecia la técnica de pintura inversa sobre cristal, característico del refinamiento artístico oriental destinado al mercado occidental.