Extraordinario óleo sobre lienzo del siglo XVII que representa al Niño Jesús Pasionario, una iconografía religiosa de gran valor histórico y artístico. La obra muestra al Divino Infante de pie, ataviado con una túnica azul grisácea y delantal blanco decorado con símbolos de la Pasión, en actitud de bendición con su mano derecha elevada. El Niño está representado con rostro sereno y delicado, destacando su aureola o nimbo luminoso que simboliza su divinidad. A su lado aparece un jarrón dorado con flores, elemento simbólico frecuente en la iconografía religiosa barroca. La pintura presenta la característica oscuridad del fondo propia del tenebrismo de la época, con inscripción IHS (monograma de Cristo) en la parte inferior. La obra se conserva en su marco original dorado con pan de oro fino, mostrando el desgaste natural propio de su antigüedad. Este tipo de representación tenía una importante función devocional en los hogares católicos del período barroco, reflejando la devoción popular hacia la infancia de Cristo vinculada simultáneamente a su futuro sacrificio redentor.