Excepcional talla del Niño Jesús datada del siglo XVIII, pieza de gran valor artístico e histórico para coleccionistas de arte religioso. Esta escultura destaca por su detallada anatomía infantil y expresión serena, con ojos de pasta vidriada en tonos azules que otorgan realismo y profundidad a la mirada. El Niño aparece en posición erguida, con un brazo alzado en gesto de bendición y junto a una esfera dorada que simboliza el orbe terrestre. La talla descansa sobre una elaborada peana en forma de monte de piedra oscura, enmarcada por bordes dorados con acabado en pan de oro, característica de la imaginería barroca española. La combinación de la policromía en tonos naturales de la piel, el cabello oscuro y la base rocosa crean un conjunto armonioso de gran belleza. Esta pieza representa un excelente ejemplo de la imaginería religiosa del siglo XVIII, conservando detalles originales y la espiritualidad característica de la época.