Elegante figura decorativa de un querubín o cupido realizada en fino biscuit blanco mate sobre peana de bronce dorado. La escultura representa a un pequeño ángel infantil en posición dinámica, parcialmente cubierto por un paño que ondea suavemente. El querubín se encuentra posado sobre un elemento floral o vegetal estilizado que sirve como punto de apoyo a la composición. Destaca el delicado modelado anatómico y la expresión serena del rostro infantil con sus característicos cabellos rizados. La base circular en porcelana blanca descansa sobre un pedestal dorado con decoración neoclásica que incluye elementos de cortinaje y patas en forma de garras. Esta pieza combina la delicadeza de la porcelana biscuit, técnica muy apreciada en figuras decorativas de los siglos XIX y XX, con la suntuosidad del bronce dorado, creando un contraste elegante y sofisticado ideal para decoración de estilo clásico.