Excepcional pintura al óleo del siglo XVII que representa la Asunción de la Virgen María, obra de gran valor artístico e histórico enmarcada en el periodo barroco. La composición muestra a la Virgen María ascendiendo a los cielos, vestida con túnica blanca y manto azul, rodeada por numerosos ángeles y querubines entre nubes doradas que crean un efecto de gloria celestial. En la parte inferior del cuadro se observa a los apóstoles reunidos alrededor del sepulcro vacío, contemplando con asombro y devoción el milagro de la Asunción. El artista ha plasmado magistralmente las expresiones de sorpresa y veneración en los rostros de los personajes. Al fondo se aprecia un paisaje urbano que sugiere Jerusalén. La obra presenta la característica paleta cromática del barroco religioso, con intensos contrastes de luz y sombra que potencian la dramatización de la escena sagrada. El lienzo se encuentra protegido por un elegante marco dorado de época. Esta valiosa pintura constituye un extraordinario testimonio del arte sacro del siglo XVII, periodo de gran esplendor para la iconografía mariana en la tradición pictórica europea.