Esta impresionante escultura de la Virgen de la Cinta, atribuida al escultor Fernando Marmolejo (1946), está realizada en plata repujada sobre una base adornada con hojas de acanto. Las coronas están bañadas en oro, mientras que la cabeza de la Virgen y el niño son esculpidos en marfil, aportando una sensación de delicadeza y profundidad. La pieza destaca por su intrincada obra artesanal y su simbolismo religioso, convirtiéndola en una obra de gran valor tanto artístico como histórico, ideal para coleccionistas de arte sacro y escultura contemporánea.